Este texto surge de la organización de mi bronca, después de leer uno que resume en si mismo el concepto de Desmalvinización, que en mi opinión significa negar nuestra identidad, reconociéndonos como torpes e insuficientes, una subvaloración o baja autoestima que nos impide vernos en la actualidad como competidores de peso en el mundo actual y que fortifica la idea de que contra las grandes potencias no se puede.
Para comenzar debo admitir que coincido plenamente en que históricamente la reivindicación de Malvinas fue tramposa, porque toda la superestructura cultural estuvo al servicio de transformarlas en las Islas MALvistas, en rodearlas de vergüenza y humillación, en restarles importancia.
En cambio disiento en analizar no solo a Malvinas, si no a la Soberanía de nuestro Atlántico Sur, desde una óptica partidaria. Respecto a 1982 me parece una visión muy chata limitarse a ver una guerra simplemente como el delirio de un borracho, en el mundo en el que yo vivo los borrachos no suelen tener tanto poder, mas que el de no poder ni atarse los cordones de sus zapatos. Pienso que un borracho puede actuar como un títere excelente ¿Nunca se pregunto quién manejo los hilos? Creo que si los combatientes no hubiesen estado seguros de lo que hacían, se hubieran perdido detrás de la marchas zigzagueante del borracho. No lo hicieron, hasta el día de hoy siguen luchando por nuestra soberanía como hace casi 30 años atrás.
Las Islas se volvieron a escuchar ahora, es un tema que nunca deberíamos haber dejado de lado, porque mientras duro el silencio se firmaron tratados como el de Madrid o el de Londres, nefastos para nuestro país, es necesario enterarnos de lo que pasa para evitar cometer errores tan grandes cómo esos.
Mas allá de para que lo utilicen los diferentes partidos, tenemos que entender que es una cuestión de Estado, que incluye a cada uno de los Argentinos, es necesario informarnos para así poder poner nuestra energía en la construcción de una Argentina Soberna, no volcarla en generar mas divisiones que nos distraen del objetivo principal y que muy bien sirven a aquellos que pretenden seguir abusando de los países latinoamericanos.
Un punto muy interesante a tener en cuenta, es que el autor del texto que estoy confrontando, no entendió que ¡La independencia es para los latinoamericanos! ¿Desde cuando el opresor necesita ser liberado? ¿Que sentido tiene liberar a los ingleses de ellos mismos? Somos nosotros los que tenemos que decir basta, y comenzar a disponer de nuestros propios recursos. Además las Malvinas, no son solo diez mil kilómetros cuadrados, ni hidrocarburos, son un punto estratégico, una base militar más de las tantas que hay en América Latina, para seguir manteniendo el orden mundial, de dominados dueños de los recursos y dominantes dueños de las armas.
A la historia no la escriben precisamente los perdedores, en mi opinión un detalle cronológico del robo de las islas, y analogías sin sentido no son suficiente argumento para decir a quien pertenece la soberanía sobre el Atlántico Sur, pero si lo son que:
-Las Islas son reconocidas como continuación geográfica del territorio Patagónico
-Argentina heredó de España las posesiones que estaban en jurisdicción del Virreynato entre ellas las Malvinas
- El no reconocimiento de la auto proclamación de los pueblos por parte de Argentina
Este conflicto, no es necesario que se resuelva con una guerra, pero si es muy importante saber, que a la hora de negociar, las fuerzas de cada parte también se evalúan. El armamento de cada país, la dependencia económica y la capacidad de decisión política son los encargados de inclinar la balanza. Es muy importante romper con la idea de que contra Inglaterra no hay nada que podamos hacer, en la guerra tuvieron que recurrir hasta a uno de nuestros países vecinos para poder vencer.
El citado autor dice que estamos:.. “tan preocupados por el destino de diez mil kilómetros cuadrados, cuando la misma preocupación no manifestamos por la suerte del millón y pico de kilómetros cuadrados que son nuestros “… y también dice:..” los pueblos se matan por algunos kilómetros cuadrados y nosotros tenemos miles de kilómetros cuadrados sin poblar y sin miras de poblarlo en el futuro” (…) “nadie en este mundo y en el que viene puede darse el lujo de disponer de miles de kilómetros cuadrados sin ocupar”. Yo le haría la siguiente pregunta: ¿Cómo entonces si no ponemos empeño en de defender tan solo diez mil kilómetros cuadrados, vamos a poder defender los otros millones que tanto le importan?
En mi opinión llego el momento de dejar de culpar a la victima y justificar al victimario, los Argentinos no somos inoperantes en muchos aspectos por “generación espontánea”, me parece que los países interesados en manejar lo nuestro a su antojo aportaron su granito de arena. Llego la hora de demostrar lo que en realidad somos, creo que estamos frente a una gran oportunidad.
Agostina Apóstolo
“Si no reconocen las Malvinas Argentinas no reconocen la independencia Argentina”
Azucena Mugnani (mi abuela)
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