La defensa de los recursos no es cosa ajena.
Las islas Malvinas están rodeadas por cuatro cuencas sedimentarias con potencialidad petrolera: al sur y en sentido este-oeste, las denominadas Plateau Malvinas, Cuenca Malvinas y Cuenca Malvinas Sur; al norte, la Cuenca Malvinas Norte. En esta última es donde se ha registrado la mayor actividad exploratoria de manos de una de las empresas que posee el mayor territorio en Malvinas Norte: Rockhopper Exploration Plc
Rockhopper Exploration
Casualmente Jungels comandará la exploración en dos bloques –el PL032 y el PL033– que pertenecieron a Shell hasta 1998, y que el gobierno isleño le otorgo a Rockhopper el 6 de junio de 2005.
Esas licencias, que cubren una superficie de 1.620 kilómetros cuadrados, en una zona en la que el mar tiene una profundidad de 550 metros, se suman a otras dos –las áreas PL023 y PL024– que Rockhopper ya había obtenido de las autoridades malvinenses en diciembre de 2004, y que suman 4.203 kilómetros cuadrados, a 50 kilómetros de la costa norte de las islas.
Además de sus cuatro licencias de exploración, en febrero del 2005 Rockhopper firmó un acuerdo por dos licencias más con Desire Petroleum, otra de las petroleras inglesas que posaron sus ojos sobre el crudo de Malvinas.
En la imagen anterior se puede observar la ubicación de los bloques que corresponden a las licencias otorgadas. En los bloques PLO-32 y PLO-33 se pueden observar los pozos que ya estaban realizados por Shell desde el año 1998; una vez mas ni siquiera se tomaron el trabajo de realizar ellos mismos las perforaciones, se las entregaron en bandeja de plata, tal cual como sucedió cuando se privatizo YPF, la estatal antes de esto ya había realizado relevamientos correspondientes referentes al petróleo en toda Argentina, cuando fue privatizada la ubicación de los pozos ya marcados pasaron a ser una regalía mas de parte del gobierno de turno. De esta manera, minimizando los costos de producción - explotación.
Queda en manos de nosotros, a los que nos interesa el país, luchar contra estas ofensas. Haciendo llegar al gobierno nuestro mismo objetivo, el de la defensa nacional.
Si el Gobierno nacional persigue dicho objetivo, deberá comenzar por definir medidas de ejecución simultánea que, entre otros actores, inhiba las empresas proveedoras de insumos y plataformas semi-sumergibles, las petroleras involucradas y sus respectivas nacionalidades, y los activos que estos países presentan en la Argentina.
Esteban A. Avila
(23 – Diciembre – 2009)
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